domingo, 1 de julio de 2012

Un pliegue para el recuento y un poema



Cuando hace seis meses inauguré este blog, no tenía la menor idea de cómo podría mantenerlo vivo. Entonces no sabía si dispondría de ganas y tiempo para hacerlo, si sería capaz de enfrentar el formato con la pasión y la tensión necesarias, si encontraría lectores cómplices en el camino. Además, aunque hace mucho tiempo escribía en prosa tanto o más que en verso, en los últimos veinte años escribí casi únicamente poesía, y dudaba que mi disposición a la prosa tuviera cierta continuidad. Bueno, esta es ya la entrada número trece. Me fui sintiendo cada vez más cómodo con el formato, tengo ganas de mantenerlo y voy sacando el tiempo para hacerlo. Para mí resulta un ejercicio fresco que, sobre todo entre un poemario y otro, me mantendrá más activo que de costumbre frente a la escritura. No sé cuántos lectores tengo porque no recibo muchos comentarios en “abierto”, pero a juzgar por las visitas al blog no son pocos, al menos para un poeta que siempre escribe, lo quiera o no, “para la inmensa minoría”. Muchos amigos me comentan por correo y me dan ánimos para seguir. A todos, a quienes comentan en el blog, a quienes me escriben vía e-mail, y a quienes simplemente me leen, les estoy muy agradecido. Claro que los invito a participar comentando, pero como yo mismo fui durante mucho tiempo reticente a esto, comprendo a quienes no lo hacen porque aún no se sienten cómodos en este medio.

Creo no haberme apartado temáticamente de lo que me propuse en un inicio. Se trata de un blog que pretende encomiar la imagen, la capacidad para producirla, emitirla, buscarla, recibirla y digerirla. Intentaré seguir ese camino porque realmente lo creo necesario... Hoy, en esta entrada un tanto diferente, quiero compartir con ustedes un poema inédito que escribí hace ya algunos años. Escribo “Poesía” en el doblez más luminoso de este pliegue. Ojalá lo abran y lo disfruten. Yo (espero que acompañado por todos ustedes) lo despliego, lo activo, sigo… Los abrazo a todos.      
La imagen de la cabecera la diseñé especialmente para esta entrada.


Poesía
 
...y el hombre pensó:
–– todo lo que alcance a nombrar será mío.
Y puso un nombre a cada cosa, fuera tangible o no,
siempre que se pudiera tocar con el deseo,
se pudiera acotar entre los sueños.
Pero ciertas entidades resultaban inasibles
aun bajo el corsé de las definiciones.


Y pensó el hombre: 
–– a todo eso que no puedo asir ni siquiera con un nombre
     lo llamaré Dios. No me importa pertenecerle,
     ofrecerle incluso lo que pude reducir a palabra,
     si me apropio el centro de todo lo corpóreo,
     si soy finalmente aceptado en el seno
     de todo lo incorpóreo que me excluye.


Pensaba el hombre, por ejemplo,
que bien vendría formar parte de la mirada del tigre,
que sería excitante asimismo
catar el desamparo de la hoja que cae.
Y nombró a Dios.
Y puso a su nombre todo lo nombrado.
Y lo tentó con grandes sacrificios.
Y se declaró su hijo.


Pero Dios, que sabe dónde radica su poder,
se mostró esquivo,
nunca quiso negociar con lo intangible.


Entonces pensó el hombre:
–– todo lo que alcance a nombrar será mío, incluso Dios,
     si aprendo a levitar sobre los nombres.


Y apareciste tú.




2 comentarios:

  1. Efectivamente no suelo comentar las entradas... Supongo que para no afear, para no manchar, para no estrujar con letras tan torpes algo tan delicado y, como en este caso, algo tan bello.

    Sólo quiero que sepas, querido Jorge, que nos salvas (al menos a mí me salvas) del lado vulgar de lo cotidiano.

    Sigue escribiendo, por favor. Sigue salvándome...

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  2. Thais, querida, cómo hablas de afear. Si alguien puede escribir en cualquier medio, eres tú. Me ruboriza, créeme, que me hables en ese tono, tú, a quien yo pretendo como correctora tantas veces. Escribes muy bien, y, sobre todo, lees muy bien. Te agradezco muchísimo tus palabras. Me hace muy feliz poder aliviar (perdona que modere tu verbo) a alguien como tú del rigor de lo cotidiano. Muchas gracias por estar ahí (comentes o no) dando sentido a mis "esfuerzos". Te abrazo muy fuerte. Jorge

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