viernes, 27 de junio de 2014

Fidelidad





Te engaño cada día con la belleza:
con esa chica del tiempo tan artificiosamente modosita,
con esa actriz morena, la de los labios-pétalo,
con algunos personajes literarios:
con Helena, por ejemplo, con la Maga,
con Ana Karenina, con Cecilia, con Lolita.
Te engaño con mujeres peligrosas:
Lucrecia, Mata Hari, Gala, Frida...
Te engaño con las vecinas que tuve y las que tengo,
con mis amantes idas, naufragadas repetidamente
en la resolutiva fosa de tus brazos.
Te engaño también, cómo evitarlo,
con la primavera; por ella
y porque siempre la persigue, íncubo, el verano
con su morboso comercio de tersuras y de piernas.
Te engaño con el jardín, con la perra,
con esas horas muertas en las que te apartas,
en las que tú ausente puedo amar sin orejeras.
Te engaño con Praga, con La Habana, con Toledo,
ciudades que sé amar aun en tu presencia.
Sabes bien que te engaño con los hijos, con los libros,
con el arte, muy especialmente con la poesía.
Te engaño, por qué no, con semidiosas:
con Circe, con Dafne, con Casandra...
Pero las más de las veces
te engaño con Ariadna, por desinhibida ella
y porque me siento Dioniso poseyéndola.
Te engaño también con Magdalena
––que me perdone Jesús–– y con María,
sobre todo en La Piedad de Ribera.
Te engaño con lo gozosamente imposible,
con todo lo imputable a las imágenes.
Todos los días, todos, te engaño
con la belleza.

La fidelidad es una treta innecesaria. Lo sé,
pero soy fiel incluso si la niego.
Ya ves, sólo te engaño a ti.
A nadie más amo yo
hasta el engaño.


6 comentarios:

  1. ¿Cómo se puede ser tan extremista?
    Emociona la palabra en sintonia, en voz alta y grave,con detalle de su origen.
    La ebriedad sentimental tan segura, gozosa.
    La confabulacion de parecerse.
    Lisette

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  2. Muchas gracias, amiga, por tu lectura. Abrazos. Jorge

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  3. Muy bueno, Jorge. Como tampoco es cuestión de lanzar las campanas al vuelo, vamos en principio a dejar lo del Nóbel de literatura. Pero que sepas que mi voto para el Cervantes ya lo tienes. Sublime. Me gusto mucho éste.
    Quique

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  4. Gracias, amigo. Qué generoso eres... Abrazos. Jorge

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  5. Es la pura realidad. Quique

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  6. La realidad nunca es pura, amigo. Río. Abrazos cómpices y más gracias... Jorge

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