viernes, 18 de enero de 2019

CUM LAUDE






Acabo de publicar en Lumme (Brasil), de la mano del editor, poeta y artista plástico Francisco dos Santos, un cuaderno de poemas titulado Cum Laude. En él reúno imágenes y versos que diseñé y escribí alrededor de la obra de veinticinco poetas que me importan mucho: Antonio Gamoneda / José Kozer / Paul Celan / José Lezama Lima / Vladimir Holan / Yorgos Seferis / Jorge Guillén / César Vallejo / Fernando Pessoa / Gottfried Benn / Ezra Pound / Juan Ramón Jiménez / Rainer Maria Rilke / Emily Dickinson / Charles Baudelaire / J.C. Friedrich Schiller / J.W. Goethe / Francisco Quevedo / William Shakespeare / Luis de Góngora / san Juan de la Cruz / fray Luis de León / Luís Vaz de CamÕes / santa Teresa de Ávila / Dante Alighieri.

Muchas veces toqué a la puerta de estos maestros (también toqué y toco a la de otros tantos que con suerte aparecerán en próximos cuadernos) con un éxito desigual. Algunos me la abrieron de primeras, otros me hicieron regresar y llamar varias veces, hasta que mis nudillos y su golpeo les parecieron suficientemente maduros (¿mansos?). Lo cierto es que llevo muchos años dialogando con ellos. Cada poema, cada cuento, cada novela, incluso cada artículo o ensayo que escribo, de alguna manera están insertos en esa conversación. Sí, son mis novios o novias aunque no lo sepan. Río… Bueno, cuando digo que converso con estos autores, peco de pretencioso. En realidad escucho su tertulia con mucha atención, y al comentarla conmigo mismo, o con vosotros, imagino que me escuchan.

Me pregunté: ¿les habría gustado (¿les gustará?, en el caso de los vivos) saber cómo son leídos por alguien tan atrevido como yo? Y luego me pregunté: si sostengo en público un breve segmento de esa (mi) conversación imaginada, uno que aluda directa y escuetamente a sus obras, ¿podré animar a otros para que toquen con insistencia a sus puertas; a otros, quiero decir, que no lo hayan hecho todavía con la fe o la fortuna bastantes? Y por último me pregunté: ¿seré capaz de comprender mejor por qué me importan de manera especial estos autores, si soy capaz de llevar a imagen poética las inquietudes que me suscitan? ¿Estaré listo para hacerlo? (El conocimiento de por qué Shakespeare, Dante o Sófocles ocupan el lugar que ocupan, sólo muy lentamente se alcanza en el transcurso de la vida. Eliot.). Y si lo logro, ¿estaré más cerca de poder explicar qué es para mí la poesía?

Puede que explicar y comprender resulten verbos poco afortunados en un contexto poético, si no se les mitiga con la adecuada muleta adverbial; sin embargo… La primera respuesta que encontré a tales preguntas fue Cum Laude. No sé muy bien por qué me dio por ello en las etapas iniciales del trabajo, pero en esta ocasión diseñé unas imágenes que combinan dos escalas del diseño gráfico (logotipo y símbolo) para sugerir, también visualmente, y con un nivel medio-alto de abstracción, algunos de los argumentos que sostienen la obra de cada uno de los poetas escogidos. Después uní las imágenes a diez versos (o líneas, en el caso de la prosa) que fui escribiendo mientras diseñaba. Arrimé la imagen poética a la visual, y viceversa, para “atacar” por varios flancos a estos grandes autores; y proponer un número, complejo pero posible, aunque diferente para cada caso, que viniera bien a sus umbrales. Sí, en Cum Laude, entre otras cosas, os propongo un camino para llegar a estos poetas. Modestamente os ofrezco una de sus direcciones. (Viven en muchos sitios a la vez). Os ofrezco la que mejor me llevó a ellos: la dirección de cada una de las cabañas donde yo les encontré. En este cuaderno os invito a que os rompáis los nudillos contra sus puertas. Os digo: tocad las veces que sean necesarias, vale la pena.

Pero además, además de ofreceros una posible dirección para que deis con cada uno de ellos en su soledad neta, os propongo una vía para llegar a la Sala capitular donde ocurre su asamblea. Quizás vosotros podáis hallar, incluso mejor que yo, la veta consonante, y hasta sinfónica, (si tal veta existiese, claro) en el conjunto de estos ejercicios aparentemente resueltos en sí mismos. A pesar del eclecticismo gráfico (no pude abarcar tanto de otro modo), y a pesar de las importantes diferencias que existen entre las vidas y obras de algunos de los poetas implicados, Cum Laude es también un compendio de cabos que buscan nudo. En este cuaderno apunto a la Gran Tertulia Universal de todos los tiempos. ¿Acierto? ¿Fallo? No lo sé (soy el oferente: no pueden tener buen olfato quienes están metidos en la cocina, Petronio dixit), pero he disfrutado mucho escribiéndolo, diseñándolo.

Ah, si los lectores que pudierais estar interesados en semejante viaje, decidierais acompañarme… Si aceptarais mi invitación a embarcaros, mi esfuerzo habría duplicado su sentido. Y si el viaje os resultara ameno… Y si su crónica tuviera un balance positivo; quiero decir, si con los nudillos avisados y predispuestos, dierais con alguna de las puertas que abrieron para mí estos maestros… Y si además (perdón: cuánto imagino, cuánto pretendo), en alguna medida apoyados en este cuadernillo, os pudierais asomar a su Cónclave por una ventana nueva, múltiple; entonces… Ah, si ocurriese y me enterase, qué añadida satisfacción obtendría.

En fin, invitados quedáis. Aquí os dejo una pequeña muestra:






Para comprar el libro existen tres vías posibles: Se puede solicitar por correo electrónico, escribiendo directamente al editor (Francisco dos Santos). Se puede comprar en la página de Livralia Cultura, y también se puede comprar pagándolo a través de PayPal:


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Correo electrónico del editor:


5 comentarios:

  1. Nos dices tu: Puede que explicar y comprender resulten verbos poco afortunados en un contexto poético... y claro que lo logras...es maravilloso el acercamiento que nos das a estos maravillosos poetas... favoritos de muchos de siempre y para siempre vivos, para siempre dándonos vida... aquí a través de ti y siempore dsde ellos mismos. Muchas gracias, ya compré el libro, con mucho mucho gusto lo espero.
    María Elena Hernández

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  2. Muchas gracias, querida amiga, por leer, comentar y adquirir un ejemplar. Ojalá te guste todo él. Un gran abrazo.

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  3. Hoy recién recibí en Ciudad de México el bellísimo libro Cum Laude: perfecta selección de poetas, perfecto diseño editorial, perfecto diseño gráfico a cada poeta elegido. Muchas felicidades y muchas gracias por seguir dándonos al mundo tanta belleza poética escrita, gráfica y habitable.

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  4. María Elena Hernández, Ciudad de México.

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    1. Ah, gracias a ti, amiga, por tus generosas palabras. Me alegra mucho que te haya gustado, créeme. Abrazos.

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