Desde que el pasado diciembre inauguré el blog, no había podido regresar a él. Algunos amigos me han sugerido mayor continuidad en este sentido, pero varios acontecimientos (visitas, trabajo, gripe) no me lo permitieron hasta ahora. Hoy salgo al reencuentro de quienes se interesan en la poesía, y lo hago con un tema muy especial: la amistad.
A finales del año pasado terminé un poemario dedicado por completo a este universal. Se trata en realidad de un poemario que vengo (re) escribiendo desde hace más de tres años, y que, sólo de momento, doy por terminado. Aun con las dudas de siempre sobre el resultado “final”, disfruté mucho todo este tiempo especulando sobre un sentimiento tan complejo. Leí ampliamente sobre ello, trabajé amistades muy célebres, pero sobre todo reviví magníficos momentos, que, desde todos los bucles del tiempo, vinieron a recordarme, en nombre de mis amigos, dónde y por qué puedo resultar realmente invulnerable. Mis amigos, que siempre me acompañan, lo han hecho especialmente durante todo el tiempo que estuve trabajando en este libro, por ahora titulado “Un no rompido sueño”. Especialmente para ellos escribo esta pequeña nota, pero la hago extensiva a todos los que crean necesitar un espacio para el culto a una imagen tan especial como la amistad.
De momento no puedo compartir abiertamente en la red el contenido del libro. Las razones son obvias: se trata de material rigurosamente inédito y precariamente cerrado (jamás termino un libro hasta que no lo publico) Pero quiero festejar la ilusión de un final para el libro, y la ayuda que, sin saberlo, me han prestado todos mis amigos para escribirlo, obsequiándoles uno de sus 38 poemas. Aquí les dejo este “Invulnerable talón”. Ojalá les guste. Gracias a todos.
Invulnerable talón
Al nacer, también a mí
me sumergieron mis padres en un río
suspendido únicamente del talón.
El río, que era un continuo fluir de nociones,
llevaba en sus aguas la gravedad de un Ganges.
Los más ilustres cadáveres, desde Sócrates a Marx,
que formaban fondo y plancton,
en su caudal sermoneaban a la vez que fornicaban
con las ninfas milicianas, engañosas
celadoras de las tablillas, aún albas,
de un anacrónico, periférico y grosero
plagio de Thot.
En los rabiones de aquel habanero río,
ocurrida la bautismal inmersión,
creé costra aristotélica, cartesiana,
marxista ––aunque también orwelliana––
y jansenista y calvinista y jacobina…
Sólo el talón quedó libre del iluminado baño,
sólo el sucio talón se mantuvo
opaco para el amor.
Desde entonces,
la luz que inflama mi costra cae diaria,
meridiana sobre la mente y el cuerpo
con la única excepción de su talón.
En el lúcido jolgorio, mis enzimas y neuronas
se agitan sobreexcitadas en un trance razonable.
Toda mi geografía, con la salvedad indicada,
se va reduciendo a mapa.
Mi ánima fulgurante pretende nombrarlo todo,
especula finamente, pero no puede explicarse
por qué el calcañar negrusco
con aparente gangrena
se mantiene soberano.
En el pardo talón llevo las señales más amables.
––Entre ellas la amistad;
esa variación sabrosa sobre el tema del amor
que como éste se ensancha
y carga sonoridades alejada de lo diáfano––
Ahí, donde parezco más débil,
donde los fotones sobrios reculan desorientados,
donde la imagen cual flecha inocula su veneno
tengo mi mejor escudo.
Soy especialmente débil enfundado en la razón.
Ungido para el equívoco en el primigenio baño,
gracias a la humana sustentación de mis padres
sólo soy invulnerable en el talón.
Querido amigo poeta :
ResponderEliminarQue bonito despertar sabatino con la buena noticia de la terminación de tu nuevo poemario y el adelanto que nos has dado con "Invulnerable talón", que me ha parecido muy buen poema y me ha gustado mucho.
Correspondo a tu amistoso obsequio con el orgullo de sentirme incluido entre tus afectos y con gratitud porque escogieras el tema de la amistad, sentimiento al que muchos rendimos culto y profesamos, pero, que no siempre sabemos como expresar.
Felicitaciones por esta nueva obra y bienvenido sea "Un no rompido sueño".
Con un fuerte abrazo, Manolito
Gracias, Manolito. Me alegra que mi irrupción en tu despertar sabatino te haya resultado agradable... Yo creo que todos sabemos expresar la amistad cuando la sentimos. Hace falta bien poco para enviar señales en este sentido. (Tú, desde luego, lo haces clara y frecuentemente) Tal vez sea algo más difícil expresarlo con palabras, pero en este caso las palabras no suelen preponderar sobre los gestos, y menos aún, sobre los hechos... Otra cosa es saber qué es la amistad, y por qué nos damos a ella casi fatalmente. Los que sentimos la pueril necesidad de indagar en el oscuro zurrón humano, no nos conformamos (qué calvario) con participar y expresar un sentimiento, queremos saber de qué se trata. Eso hago en este libro sobre la amistad: buscar su motor y su combustible. Creo haber descubierto algunas cosas curiosas. Espero poder compartirlo con todos más temprano que tarde, especialmente con los amigos que, como ya dije, han activado la necesaria parcela vital en todo ese proceso especulativo. Gracias de nuevo por estar ahí, amigo. Te abrazo. Jorge
ResponderEliminarJorge, amigo, hoy por fin he podido disponer del tiempo que merece esta entrada tuya. Qué bueno que regreses al blog, qué bueno que lo hagas con un tema tan noble como la amistad y con ese poema. Me atrevo a decir que invulnerable eres no sólo en el talón: también te amuralla tu percepción de la amistad y el rigor con que levantas esos muros de versos en que nos encierras a todos los que nos sentimos atrapados en tu talón.
ResponderEliminarGracias por estar ahí. Un abrazo.
Gracias, amigo, gracias. Creo que, como digo en otro poema del libro:
ResponderEliminarTodos fuimos redimidos en Aquiles,
todos ganamos en él
un muy distinto talón.
Realmente lo que nos hace invulnerables es la capacidad de imaginar y la necesidad de hacerlo. Es la imagen la que, donde parecemos más débiles, nos hace fuertes. La amistad es una imagen primaria, arquetípica, derivada del amor. Es una imagen de la que no sabemos ni queremos prescindir. Es tiempo y espacio para una "pequeña infinitud" que nos ayuda frente a lo desconocido. Es, sobre todo, una fuente tremenda de seguridad y placer. Qué más se le puede pedir. Te abrazo. Jorge
Poeta y hermano Jorge, qué poderoso este poema del talón, qué intenso. Hace poco le comentaba a Rubén que no sé por qué razóna veces Blogger no me permite comentar, en realidad no se funciona el desplegable para seleccionar mi identidad y sin esto no entra el comentario.Pero no te quepa la menor duda de que leo tus entradas y las disfruto mucho.
ResponderEliminarAprovecho que he vuelto por aquí para dejarte un comentario y una felicitación por el poema, por el post, por el blog íntegro.
ABRAZOS
Alexis
Poeta y hermano Jorge, qué poderoso este poema del talón, qué intenso. Hace poco le comentaba a Rubén que no sé por qué razón a veces Blogger no me permite comentar, en realidad no se funciona el desplegable para seleccionar mi identidad y sin esto no entra el comentario. Pero no te quepa la menor duda de que leo tus entradas y las disfruto mucho. Aprovecho que he vuelto por aquí para dejarte un comentario y una felicitación por el poema, por el post, por el blog íntegro.
ResponderEliminarABRAZOS
Alexis